Sabemos que el factor más importante en la pérdida de peso es la educación nutricional y alimentaria, proveer al paciente con herramientas para que pueda sobrellevar sus obstáculos del día a día. Con respecto al abordaje nutricional la evidencia muestra que un déficit calórico con una ingesta de proteína suficiente, acompañado de una combinación de ejercicio aeróbico y de fuerza mantienen mejor la masa muscular.

La masa muscular que se logra mantener en pacientes que logran bajar de peso es un fuerte predictor asociado a no recuperar el peso perdido.

Las recomendaciones mínimas con el ejercicio físico por sesión son de al menos 10 minutos, recomendación general; 30 minutos y óptimos; 60 min, preferentemente de 5 a 7 días por semana.

Es importante recalcar que cuando se realiza una intervención relacionada con la prescripción del ejercicio antes de incrementar la intensidad elegir una mayor duración y/o frecuencia en los entrenamientos, adecuar los ejercicios a las capacidades físicas y entender que muchas ocasiones el paciente con obesidad puede sentirse intimidado en un ambiente típico de gimnasio.

Jacob Patricks. (2017). NSCA´S Essentials of Training for Special Populations. Human Kinetics.